El trastorno por consumo de sustancias (TCS) es una enfermedad compleja que implica el uso incontrolado de una sustancia, a pesar de sus consecuencias perjudiciales para la salud física y mental. Conoce mejor los trastornos por consumo de sustancias, incluidos los síntomas, y cómo pueden ser manejados y tratados.

Causas
Un trastorno por consumo de sustancias (TCS) se produce cuando alguien pierde la capacidad de controlar su consumo de una sustancia como las drogas, los medicamentos, el alcohol o el tabaco, causando daños a sí mismo o a los demás.
Estas sustancias activan el sistema de recompensa del cerebro, produciendo sensaciones placenteras, que pueden conducir a unas ganas intensas de tomar dichas sustancias. Un trastorno por consumo de sustancias puede hacer que una persona sea incapaz de funcionar con normalidad en el día a día.
Trastornos que provoca
- Trastorno por consumo de alcohol: el alcohol es una de las sustancias tóxicas más consumidas. Cuando alguien abusa del alcohol (lo que se conoce como alcoholismo) pierde el control sobre la cantidad de alcohol que consume. También puede experimentar síntomas de abstinencia cuando no bebe. El alcoholismo puede causar graves problemas de salud y puede provocar daños en órganos del cuerpo como el hígado, el corazón o el cerebro. El trastorno por consumo de alcohol también puede dar lugar a comportamientos destructivos y a consecuencias no deseadas, como disputas familiares, violencia, accidentes y lesiones, conducta suicida, relaciones sexuales sin protección, pérdida de objetos personales (por ejemplo, la cartera, el bolso, el teléfono móvil y el dinero), conducción en estado de embriaguez, falta de asistencia a clase y absentismo laboral.
- Trastorno por consumo de drogas: a menudo denominado adicción a las drogas, se trata de una enfermedad crónica difícil de controlar. Cuando alguien es adicto a las drogas, no puede resistir el impulso de consumirlas, sin importar el daño que puedan causar. La adicción a las drogas puede incluir drogas ilegales, pero también puede implicar medicamentos de prescripción o una combinación de ambos. Drogas como la cocaína, la heroína, las metanfetaminas, las benzodiacepinas, los esteroides y los inhalantes son altamente adictivos. La adicción a las drogas provoca cambios en el cerebro que con el tiempo pueden hacer muy difícil resistir los intensos impulsos de consumirlas. Por eso las personas adictas a las drogas pueden recaer cuando han intentado dejarlo. El trastorno por consumo de drogas puede tener un efecto devastador en la vida de las personas, provocando problemas en las relaciones, bajo rendimiento laboral o académico, problemas de higiene personal, aumento de la impulsividad y de la asunción de riesgos, y pérdida de interés en aficiones y actividades.