Incluso los niños que tienen un buen comportamiento pueden ser difíciles y desafiantes en ocasiones. Pero si tu hijo pequeño o adolescente manifiesta un patrón frecuente y persistente de ira, irritabilidad, discusión, desobediencia o resentimiento hacia ti y hacia otras figuras de autoridad, es posible que padezca el trastorno negativista desafiante.
Como padre, no tienes que intentar controlar a un niño con trastorno negativista desafiante tú solo. Puedes recibir ayuda de médicos, profesionales de salud mental y expertos en desarrollo infantil.
El tratamiento conductual del trastorno negativista desafiante implica aprender habilidades para ayudar a construir interacciones familiares positivas y a controlar el comportamiento problemático.